El Pacto abre camino, un nuevo camino

by Paco Vargas

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Recientemente se aprobaba en el Congreso de los Diputados el Pacto de Estado contra el Antigitanismo.

Después de varios meses y 28 comparecencias en la Subcomisión creada para el estudio de este Pacto, se ha alcanzado, en términos legislativos, uno de los mayores hitos conocidos hasta el momento, por (y para) el Pueblo Gitano en España.

Y digo bien ‘por’, ya que este es uno de los ejemplos más explícitos de cómo la necesidad de legislar ante una situación de desigualdad, canalizada por parte de las organizaciones que representan a aquellos que padecen o sufren  desigualdades, articulada en la petición concreta de legislación, tiene sus frutos en el marco político y jurídico de este país. Obteniendo así, el reconocimiento negado históricamente.

Porque este momento nos sitúa en una posición inaudita para todas las personas gitanas hasta el momento. El desconocimiento del propio término ‘Antigitanismo’, la negación de la aceptación de este como elemento condicionante de la vida y condiciones materiales de los gitanos en este país, ha quedado atrás para iniciar un nuevo escenario, un nuevo camino.

Un camino que reconoce, primero, al Antigitanismo como una forma específica de racismo, estructural, histórico, sistemático y dirigido contra todo señalable bajo el estigma gitano; prácticamente desde que el gitano toma conciencia de ser respecto a la sociedad, y la sociedad sitúa a las personas gitanas al otro lado, en la otredad, en lo ajeno.

Las 157 medidas recogidas en el Pacto de Estado contra el Antigitanismo marcan un precedente, un marco estructural y conceptual sobre el que generar políticas públicas que protejan a los jóvenes, mayores, mujeres… En definitiva, que protejan a la comunidad gitana, en todo, y a todos los niveles.

Es importante no desmerecer otros avances conseguidos en materia legislativa que han supuesto un impulso en materia de reconocimiento del término e introducción en la agenda política. Podemos destacar la acepción del término antigitanismo en la Llei d’Igualtat de Tracte i no Discriminació, aprobada en Cataluña el 30 de diciembre de 2020. Dónde, por primera vez en la historia de este país, se reconocía legislativamente a este tipo específico de racismo contra los gitanos.

Otro de estos avances es la introducción del Antigitanismo como delito de odio en el Código Penal, el 26 de mayo de 2022. Hecho que, en mi opinión, sirvió como caldo de cultivo para la creación de la Subcomisión para un Pacto de Estado contra el Antigitanismo.

Un pacto de Estado que, en palabras de Joan Ruiz i Carbonell, presidente de la Subcomisión serviría para garantizar la igualdad entre las personas gitanas y el resto de la sociedad española:

«El conjunto de propuestas tienen como ambición ser, a pocos días del día del pueblo gitano, un nuevo paso en el camino de conseguir que quienes son parte de él sean ciudadanos de pleno derecho del país que compartimos«.

Hemos de ser conscientes del logro, de lo que esto implica a nivel político, ya que, no abundan los Pactos de Estado en nuestro sistema jurídico-legislativo.

Hasta el momento, eran pocos los que habían logrado ver la luz y se podían agrupar en  algunas categorías 1) los que pretendían garantizar el momento de Transición del régimen franquista a la democracia constitucional del 78 (Pactos de la Moncloa y Pacto para el Desarrollo Autonómico), 2) Pacto para garantizar las pensiones públicas (Pacto de Toledo, 1995), 3) Pacto contra el Terrorismo (primero basado en el terrorismo de ETA y, posteriormente ampliado para añadir al Pacto el terrorismo yihadista) y 4) Pacto contra la violencia machista.

Es decir, la reivindicación de derechos por parte de un grupo concreto (o minoría) de la sociedad española no había sido capaz de introducirse en la agenda política como una cuestión de Estado, hasta el momento, nuestro momento.

Y esto debería ser celebrado por todos, no solo por parte de las personas gitanas, sino de toda la sociedad española. O al menos, por parte de aquellos que reconocen las desigualdades sociales como una lacra contra la que hay que luchar, aquellos que entiendan que este país tiene con nosotros una deuda casi irreparable, que es de justicia social que se nos reconozca como sujetos políticos, como minoría, como Pueblo.

Para que se nos reconozca, en igualdad de condiciones. Para que el antigitanismo sea un elemento tan evidente como deleznable, para que el hecho de ser gitanos no condicione negativamente nuestras posibilidades de vida, nuestros sueños, nuestras esperanzas.

Para que la invisibilización forzosa que habíamos padecido durante siglos, quede en el olvido.

Para que podamos avanzar como sociedad. Juntos. Sin dejar a nadie atrás.

 

El idioma Romaní: La joya escondida

by Ramón Flores

Tree of Languages

Hace poco más de un mes se llevó a cabo el Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), que ofreció una propuesta interesante: el taller de léxico caló y romaní en el castellano de la baja Andalucía. Este taller fue dirigido por Joaquín López Bustamante, periodista, escritor y gestor cultural, y tuvo lugar en la Fundación Caballero Bonald de Cádiz durante dos días consecutivos. El objetivo era enseñar a cualquier interesado sobre el mestizaje y la interculturalidad de la lengua española, y en este caso con el caló y el romaní.

Un punto interesante a reflexionar, ya que se pone de manifiesto la importancia de la preservación de las lenguas minoritarias.

La extinción masiva de especies es un hecho que se ha convertido en la marca registrada de nuestra época. Pero no es solo la fauna y la flora la que está en peligro, también lo están los idiomas. Los lingüistas no pueden determinar con exactitud cuántos idiomas existen hoy en día, ya que el idioma de un lingüista puede ser considerado como un dialecto por otro. Por ejemplo, algunos consideran los ‘idiomas’ danés, noruego y sueco como ‘dialecto’ de un ‘idioma escandinavo’ porque comparten estructuras, vocabulario y experiencias culturales, y son mutuamente comprensibles.

Los idiomas pueden caracterizarse como en peligro de extinción y se extinguen cuando muere el último hablante de un idioma. Cuando eso sucede, el idioma y la cultura desaparecen sin apenas rastro, ya que muchos de los idiomas que estamos perdiendo no han dejado evidencia escrita o registrada. De hecho, muchas lenguas extintas sólo se hablaban, no se escribían. Como el romaní, históricamente lengua transmitida oralmente.

La importancia de la preservación de los idiomas no puede ser subestimada, mucho menos el romaní. Es un tesoro de la humanidad, y su pérdida significaría la desaparición de una forma única de pensar, expresarse y entender el mundo. Además, la preservación del romaní es fundamental para la diversidad cultural y la promoción del diálogo intercultural en las sociedades actuales.

En particular, el romaní, que es hablado por las comunidades gitanas en casi todo el mundo, está en peligro. La lengua romaní tiene una rica historia y cultura, y su preservación es crucial para la identidad y la autoestima de las comunidades gitanas. Es importante que se inviertan recursos en la difusión y enseñanza de la lengua romaní, para asegurar que esta lengua no desaparezca en el futuro.

Porque las lenguas minoritarias son una de las formas más antiguas y poderosas de comunicación humana. Ellas nos permiten compartir conocimiento, transmitir cultura y crear una conexión profunda con nuestro entorno.

La aniquilación física de comunidades de hablantes nativos es una de las principales causas de la extinción de lenguas. Históricamente, los colonos europeos llevaron muerte y destrucción a muchas comunidades nativas en todo el continente americano de norte a sur. Todo esto llevó a la pérdida de numerosos idiomas y culturas. A pesar del genocidio y la persecución a las comunidades romaníes a lo largo de la historia, el romaní aún sobrevive a duras penas.

No olvidemos que, cuando un idioma desaparece, también lo hace la cosmovisión, la cultura y el conocimiento de las personas que lo hablaban. Esto es una pérdida para toda la humanidad. Las personas que viven en contacto directo con su entorno tienen un conocimiento profundo de su hábitat. Cuando su lengua se extingue, se pierde la sabiduría que tienen sobre la relación con el mundo, sus creencias filosóficas y religiosas, así como su expresión cultural (en música, artes visuales y poesía) que ha enriquecido tanto a los hablantes de esa lengua como a otros que se habrían encontrado con esa cultura.

En contraposición a lo que algunos argumentan, el mundo no sería un lugar mejor si todos hablaran inglés. De hecho, el mundo se empobrecería profundamente por la reducción de distintos idiomas y culturas y por supuesto sería mucho peor sin la lengua romaní. Es de vital importancia educar a las generaciones presentes y futuras en todas las facetas del idioma y la cultura gitana, así como en las artes y su integración en la cultura popular, ya que produce y producirá inmensas recompensas.

La preservación de la lengua romaní es especialmente importante en este sentido. Esta lengua es hablada por más de 10 millones de personas en todo el mundo y es una parte fundamental de la cultura de los pueblos gitanos. De hecho, la lengua es una de las características más distintivas de nuestras comunidades en muchas partes del mundo y se ha mantenido a lo largo del tiempo como una forma de resistencia contra la discriminación y la marginación.

Para las comunidades gitanas, preservar la lengua no solo es importante para mantener su identidad cultural, sino también para promover la igualdad y la justicia social. La lengua romaní es un medio para dar voz a una comunidad que ha sido marginada y discriminada durante siglos. La lengua es una parte vital de la cultura gitana, que ha sido transmitida de generación en generación a través de cuentos, canciones, poesía y otras formas de arte. La preservación de esta lengua no solo significa preservar una forma de comunicación, sino también preservar la riqueza y diversidad cultural de una comunidad.

La preservación de la lengua romaní es una forma de afirmar su identidad y luchar contra la discriminación. A lo largo de la historia, los hablantes del romaní han sido marginados incluso dentro de su propia comunidad, con la lengua gitana siendo vista como una forma inferior de comunicación.

No olvidemos que la lengua romaní también puede desempeñar un papel importante en la promoción de la justicia social. Las comunidades gitanas a menudo son víctimas de discriminación y exclusión social en áreas como la educación, el empleo y la vivienda. La promoción de la lengua puede ayudar a fomentar una mayor comprensión y respeto por la cultura romaní, lo que a su vez puede llevar a una mayor inclusión y equidad.

En un mundo cada vez más globalizado, la diversidad lingüística y cultural se ha convertido en una necesidad cada vez más imperativa. La preservación de las lenguas minoritarias, como el romaní o el caló, no solo es fundamental para la preservación de la identidad y riqueza cultural de sus hablantes, sino también para enriquecer el patrimonio lingüístico de la humanidad en su conjunto.

Es en este contexto que eventos como el Congreso Internacional de la Lengua Española adquieren un valor incalculable, al fomentar el mestizaje y la interculturalidad del idioma, y por extensión, celebrar y preservar la diversidad lingüística y cultural de nuestro mundo. El hecho de que la lengua gitana esté ganando terreno en estos espacios, es una señal esperanzadora que debe ser reforzada y celebrada.

Es tiempo de dejar de lado los esfuerzos homogeneizadores del lenguaje y la cultura, y en su lugar, abrazar la riqueza y la diversidad como la esencia de nuestra humanidad. Solo así, podemos construir un futuro más rico y más inclusivo, donde las lenguas minoritarias no se conviertan en meras reliquias del pasado, sino que florezcan y enriquezcan la cultura y el patrimonio lingüístico de toda la humanidad.

En el actual panorama cultural, los eventos como el Congreso Internacional de la Lengua Española, se erigen como un espacio esencial en la promoción de la diversidad y la interculturalidad del idioma romaní.

Su valor incalculable radica en la promoción del mestizaje y la celebración de la pluralidad lingüística y cultural de nuestro mundo. Resulta esperanzador comprobar cómo, en estos espacios, la lengua gitana está cobrando cada vez más protagonismo, lo que constituye una señal inequívoca de que debemos fomentar y aplaudir su avance. Debemos apostar por una visión menos homogeneizadora del lenguaje y la cultura, y, en su lugar, abrazar la riqueza y la diversidad como elementos clave de nuestra humanidad. Solo así podremos construir un futuro más inclusivo y enriquecedor, en el que las lenguas minoritarias no se vean reducidas a meras reliquias del pasado, sino que florezcan y enriquezcan el patrimonio lingüístico y cultural de toda la humanidad.

 

 

Activismo gitano y democracia: extraños compañeros de viaje

by Ramón Flores

Democracia_y_activismo_gitano*Dibujo de Daniel Diaz

En el mundo actual, la democracia parece ser un sistema político tan arraigado que muchos de nosotros la damos por sentada. Sin embargo, los recientes asaltos al Capitolio de Estados Unidos y al Congreso de Brasil por parte de una turba de extremistas de derecha es un recordatorio doloroso de que debemos estar alerta y proteger esta forma de gobierno que tanto valoramos.

La democracia se define como un sistema político en el que la gente tiene el poder de elegir a sus líderes y tomar decisiones importantes sobre cómo se gobernará su sociedad. Es un sistema que promueve la libertad de expresión, la igualdad ante la ley y la participación ciudadana en la toma de decisiones. Pero la democracia es más que eso. También es un valor que debe ser defendido y protegido. Y cuando no lo hacemos, corremos el riesgo de perderlo.

Estos hechos no solo son una afrenta a la democracia, sino que también representan una amenaza directa para la comunidad gitana y otros grupos minoritarios.

Algunos se preguntarán la relación entre un caso y otro, pero la respuesta es simple.

La extrema derecha ha demostrado una y otra vez que no tiene reparos en recurrir a la violencia para imponer sus puntos de vista y suprimir a aquellos que se oponen a ellos. Esta situación es especialmente preocupante para los gitanos, quienes continuamente son objeto de discriminación y violencia en muchos países.

Sabemos que la comunidad gitana es una de las minorías más marginadas en todo el mundo. Víctimas de estereotipos negativos, discriminación y exclusión social y aun así, el peligro cada vez es mayor.

Aunque hay un elemento que no podemos pasar por alto y que, a su vez, está implícitamente interconectado: los movimientos sociales gitanos también han sido objeto de manipulación por parte de activistas bien intencionados pero que no comprenden del todo la complejidad de las cuestiones que enfrentan las comunidades.

La manipulación de los movimientos sociales gitanos a menudo comienza con la imposición de agendas externas que no reflejan las necesidades y deseos reales de la comunidad. Los activistas pueden tener buenas intenciones, pero su falta de comprensión y de una conexión auténtica con la comunidad gitana significa que pueden terminar socavando su lucha por la igualdad y los derechos humanos, allanando el camino a determinados movimientos con intereses ajenos a las comunidades.

Además, algunos activistas han utilizado los movimientos sociales gitanos para impulsar agendas políticas o ideológicas específicas. Esto puede llevar a una lucha interna y a la polarización dentro de la comunidad gitana. En lugar de unirse en la lucha por sus derechos humanos y la igualdad, la comunidad puede verse dividida por cuestiones políticas e ideológicas, lo que socava su capacidad para lograr cambios significativos.

Otro peligro de la manipulación de los movimientos sociales gitanos es la cooptación. Algunas organizaciones o activistas utilizan el lenguaje y los símbolos del movimiento gitano para obtener ganancias personales o políticos. En lugar de apoyar a la comunidad, estos individuos pueden utilizar la lucha de los gitanos para su propio beneficio, lo que puede llevar a la desconfianza y el resentimiento dentro de la comunidad.

Esto solo conlleva a la falta de representación y participación en la toma de decisiones, lo que puede socavar la efectividad del movimiento. Es nuestra responsabilidad como ciudadanos estar atentos a estas tendencias y asegurarnos de que aquellos que lideran nuestras comunidades sean dignos de nuestra confianza.

En este contexto, la democracia y los avances de la comunidad pueden verse amenazados.

Por lo tanto, es crucial que la lucha desde las comunidades por la democracia y los derechos de los gitanos sea liderada por individuos y organizaciones que tengan una verdadera dedicación y compromiso con la causa. Deben ser personas con una integridad incuestionable, que no estén motivadas por intereses personales, sino que luchen por la justicia y la igualdad para todos los miembros de la sociedad.

Somos parte del proceso. Somos parte de la solución. No seamos el detonante del problema.

Identidad y antigitanismo

by Aaron Giménez Cortés

Itinerancias

El gitano checo Stanislav Tomáš murió en Teplice el 19 de junio de 2021, después de que un oficial de policía checo se arrodillara sobre su cuello durante seis minutos. El video se volvió viral, cosa que provocó que los gitanos de toda Europa protestaran (…) En la República Checa, el ministro del Interior elogia la policía por su buen trabajo. Después de que el Consejo de Europa pidiera una «investigación independiente», el presidente checo dijo que no tenía motivos para dudar de los resultados de la investigación interna, que encontró que el comportamiento de los policías fue correcto. Pidió al Consejo de Europa que olvidara el tema y pasara a otra cosa. El primer ministro checo también expresó el apoyo a los agentes de policía implicados en el incidente[1].

 “El 10 de septiembre quería celebrar con unos amigos que había aprobado la selectividad. Llamé por teléfono al restaurante de un centro comercial y dije que seríamos 14. Me dijeron que por las restricciones del covid-19 nos tenían que colocar en dos mesas diferentes. Cuando llegamos y vieron que somos gitanos nos dijeron que teníamos que pagar por adelantado porque ya habían tenido problemas con gente como nosotros”, lamenta Agustín Sánchez, un joven estudiando de periodismo del barrio de la Mina[2].

Conseguir que una persona gitana alquile una vivienda es muy complicado. Te piden contrato, nómina, muchos requisitos. Cuando lo demuestras todo, te dicen que sí, pero cuando saben tu apellido se echan atrás y no hay manera. Las inmobiliarias ya no te dicen directamente que no te alquilan porque denuncias por delito de odio, pero sí que te dicen que los clientes prefieren otro persona (Tamara Clavería, responsable de la Asociación de Mujeres Gitanas de Euskadi) [3].  

Hacia las 17:30h del 17 de noviembre, la chica buscó refugio en el patio de la fábrica de un suburbio del Piraeus, en Grecia. Cuando trata de marchar, su pequeño cuerpo está siendo chocado no una sino dos veces por la puerta metálica corredera. Nadie ayuda. Durante 20 minutos la niña parece que le cuesta respirar, pero nadie la ayuda. Un trabajador de la fábrica pasa por al lado de la chica, gira la cabeza y marcha. Casi un minuto después, el trabajador vuelve y en vez de ayudar a la niña, se dirige al almacén. El metraje le muestra hablando por el móvil, volviendo a pasar ante la pequeña y siente indiferente por segunda vez. La miró, colgó el teléfono y se marchó. Desde el primer momento, dos o tres trabajadores han visto que la pequeña Olga se estrelló a la puerta de la fábrica, pero nadie hizo nada para ayudarla. El informe del médico forense indica que la muerte de la menor fue lenta y tortuosa. La pequeña quedó atrapada entre la puerta metálica y la pared durante 70 minutos. La muerte de la niña gitana de 8 años Olga fue causada por asfixia y sangrado interno, puesto que la pesada puerta le aplastó la columna vertebral [4].

Estas cuatro noticias[5] mencionadas al empezar este breve capítulo son todas bastante recientes. Con esto, lo que se pretende mostrar es que el antigitanismo es un problema vivo en las sociedades democráticas de hoy en día. De hecho, tengo la sospecha que muchos de los lectores de este capítulo y de la sociedad catalana y europea en general piensan que el antigitanismo es un problema minúsculo en una sociedad democrática y moderna como la catalana u otras en todo el mundo occidental. Pero desgraciadamente, noticias como la muerte de la pequeña Olga en Grecia, la dificultad para encontrar vivienda a la que se enfrentan los y las gitanas, el racismo en un servicio restauración y la muerte de Stanislav Tomáš a manos de la policía checa, entre otros que podríamos encontrar, nos dicen el contrario.

En primer lugar, y con la voluntad de aclarar dudas sobre un concepto cada vez más escuchado y más utilizado por muchos gitanos y gitanas en toda Europa, es interesante que nos preguntemos: ¿qué es esto del antigitanismo? El antigitanismo es la discriminación específica que sufre la población gitana, y que es reconocida mundialmente por varios organismos e instituciones en la actualidad. La Comisión Europea, por ejemplo, ratificada por el Consejo de la Unión Europea y el Consejo de Europa, afirma que millones de europeos de origen romaní son objeto de una discriminación persistente, tanto a nivel individual como institucional, así como de una exclusión social a gran escala[6]. Para seguir profundizando en este concepto y mirarlo desde una perspectiva diferente a la institucional, fijémonos en lo que nos dicen varios académicos y académicas gitanas alrededor de lo mismo: el antigitanismo es un tipo específico de racismo que consiste en la hostilidad, el prejuicio, y las conductas racistas dirigidas hacia los gitanos de manera individual o colectiva, tanto ejercido de manera privada como institucional[7].

Cómo se puede extraer de estas dos visiones del concepto, la académica y la institucional, bastante similares entre sí, podríamos decir que cuando nos referimos al antigitanismo nos estamos refiriendo a una manera específica de racismo dirigida hacia el pueblo gitano y que se manifiesta de varias maneras.

De hecho, no solo estas noticias muestran que el antigitanismo es una realidad actual en las sociedades europeas. Un informe de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea del año 2018 evidencia que las formas más feroces de antigitanismo, el crimen motivado por el odio y el acoso, siguen obstaculizando la inclusión de las personas gitanas en Europa. Según el EU-FRA, a pesar de varios años de esfuerzos de inclusión, de media, una de cada tres persones gitanas encuestadas había sufrido algún tipo de acoso (comentarios ofensivos o amenazantes en persona, amenazas de violencia en persona, gestos ofensivos o miradas inapropiadas, correos electrónicos o mensajes de texto ofensivos o amenazantes, o comentarios ofensivos sobre ellos en Internet). Lo que es más preocupante para la EU-FRA es que el cuatro por ciento de las personas gitanas encuestadas experimentó violencia física motivada por el antigitanismo, pero solo una de cada tres lo denunció a alguna organización, incluida la policía. La EU-FRA alerta que no se está prestando la suficiente atención a las manifestaciones de antigitanismo que acontecen en la actualidad, lo que disminuye la confianza de los romaníes en sus instituciones públicas, y muy particularmente en la ley, las políticas y la justicia[8].

Llegados en este punto, muchos de los lectores y lectoras se estarán preguntando: ¿qué tiene que ver el antigitanismo con la identidad? Conceptos que dan título a este artículo. Y, esto es lo que trataré de responder de manera breve y clara en las siguientes rayas. Para realizar esta tarea es imprescindible primero que definimos qué es la identidad o que entendemos aquí por identidad.

La identidad, según el Diccionario de la Lengua Catalana del Instituto de Estudios Catalanes es en su segunda acepción: «Conjunto de características que hacen que una persona o una comunidad sea ella misma[9]«. Según el portal web diccionaris.cat, un portal de Larousse Editorial, la identidad es también en su segunda acepción: «Conjunto de características culturales y sociales propias de una persona o de un grupo de personas[10]«. Si vamos algo más allá y observamos la etimología de la palabra identidad vemos que viene del latín identitas y este término proviene de idem que quiere decir, ‘lo mismo’. Según Anders, el término identidad es dual porque se utiliza para referirse a aquello que nos hace ser personas únicas, y al mismo tiempo, para referirse a aquello que compartimos con otras personas sin diferencia. Pero desde el punto de vista etimológico:

Cuando considero mi propia identidad, en el sentido que me hace una sola persona y diferente a las otras, pienso que este concepto no existe. Hacemos ciertas aproximaciones, pero nunca llegamos a una identidad que identifique específicamente e inequívocamente mi persona. La identidad solo describe atributos que comparto con otras personas[11].

Considerando la sociología y las aportaciones de algunos sociólogos en este término, según Berger y Luckmann: «La identidad constituye, por supuesto, un elemento clave de la realidad subjetiva y como tal, se encuentra en una relación dialéctica con la sociedad. La identidad se forma por procesos sociales[12]«. Es decir, la identidad es algo que se va formando en la relación individuo-sociedad. La identidad de alguien está en gran parte determinada por la estructura social, y a la vez, la identidad de alguien afecta a esta estructura.

Otro autor que realiza aportaciones muy buenas, al menos a mi parecer, sobre la identidad es Nobert Elias. Lo que hace con el concepto identidad es dimensionarlo y hace una separación entre la identidad del yo y la del nosotros. Cuando Elias nos habla de la Identidad del yo se está refiriendo a las características individuales de las personas que nos hacen diferentes los unos de los otros. A modo de ejemplo, Elias nos habla del rostro como signo de identidad del yo «el rostro es, más que ninguna otra parte del cuerpo, el documento de identidad de la persona. La cara manifiesta, en el marco de la pluralidad -pues todos los humanos la poseen- la singularidad del ser humano[13]«. Por lo tanto, la identidad del yo está formada por aquellos elementos personales de los individuos que los hace diferentes y distintivos en los otros.

En cambio, cuando nos habla de la identidad del nosotros, la cual se explora mediante el habitus, se está refiriendo a la identidad colectiva y de grupo «con la palabra «nosotros» se puede hacer referencia a círculos familiares o de amigos, (…) a agrupaciones estatales nacionales, a agrupaciones post nacionales, es decir, a agrupaciones continentales de varios Estados nacionales, o a toda la humanidad[14]«.

Ahora bien, a pesar de la dimensionalización del concepto identidad que hace Elias, la identidad individual no es algo que se tiene que estudiar o analizar como un átomo aislado de la sociedad, todo lo contrario. Destaca en este sentido, la nota en el pie número 6 en la obra de Elias citada: «Que alguien diga de sí mismo «yo» puede fácilmente parecer el enunciado más espontáneo, menos pensado, del que un ser humano es capaz». Puesto que incluso aquello que se pueda pensar de sí mismo en términos individuales está determinado, o si se prefiere influenciado, por la sociedad. Así, pues, tanto la identidad del yo como la identidad del nosotros son, según las aportaciones de Elias, fruto de un proceso social.

Por lo tanto, entendemos que, la identidad hace referencia a las características que un grupo de personas comparte y que está en una relación dialéctica con la sociedad. Además, la identidad se alimenta tanto de aquello compartido con unos, como de aquello que los diferencia de los otros. De hecho, la identidad es un conflicto entre el yo interno y el reconocimiento externo que la sociedad da a ese yo, es decir, si todos fuéramos iguales nadie reivindicaría su identidad, puesto que la identidad en su seno es fruto de la voluntad de reconocimiento. Así pues, la identidad del pueblo gitano está claramente vinculada con todo aquello que rodea a ese mismo pueblo, especialmente con el antigitanismo.

A modo de conclusión y cierre de este breve fragmento, me gustaría tratar de manera específica la identidad del pueblo gitano. Después de ver qué es la identidad y observar que se forma en relación con la sociedad y que precisamente la identidad aparece cuando hay un conflicto entre el yo interno y el mundo externo que no reconoce ese yo interno, se puede comprender que la identidad del pueblo gitano no tiene su principio en el norte de India, lugar del cual provienen los y las gitanas ahora hace mil años, sino que la identidad del pueblo gitano nace en la llegada de este a Europa.

Lo que quiero decir con la anterior afirmación es que en un contexto de homogeneidad cultural con la que el pueblo gitano vivía en el norte de India no tiene cabida la pregunta: ¿quién soy? Es decir, cuando no hay más opciones y hay homogeneidad la identidad no existe. Ahora bien, en la llegada del pueblo gitano a Europa, en un contexto cultural diferente al cual este provenía y con una oferta cultural heterogénea y con valores y costumbres diferentes a los de la mayoría surge la voluntad de diferenciarse, en otras palabras, surge la identidad del pueblo gitano.

Y, ¿Cómo es esta identidad del pueblo gitano? ¿Qué la define exactamente? O, ¿Cómo la podríamos explicar? Lo primero que se debe decir para responder a esta pregunta es que no hay una única manera de ser o sentirse gitano o gitana, es decir, no hay un manual o conjunto de cosas que los gitanos de todas partes realicen y los definan. Los gitanos catalanes comemos escudella en Navidad, mientras que los andaluces comen potaje. Si aumentamos nuestra perspectiva y nos fijamos en otros estados de Europa hay gitanos musulmanes y otros cristianos, con toda la influencia que esto tiene en la identidad. Por lo tanto, el territorio en el que vivimos los y las gitanas marca nuestra identidad.

Ahora bien, sí que hay ciertos elementos que podríamos definir como claves de la identidad gitana. Estos son: la familia y la comunidad, sin la cual no se puede entender la “gitaneidad”; el respeto hacia las personas grandes; la pasión por la música, en el caso español por el flamenco, para ser más concretos; una lengua común, la lengua romaní, a pesar de que en el caso de los gitanos de la península esta lengua prácticamente se perdió por las persecuciones; una historia en común que compartimos todos los gitanos y gitanas; y, un origen común en el norte de India.

Solo hay que echar un vistazo a estos elementos de los cuales hablo como elementos clave en la identidad gitana para darnos cuenta del vínculo entre el antigitanismo y la identidad gitana. La familia como elemento clave de la “gitaneidad” se entiende en el marco de un pueblo perseguido que encuentra refugio y seguridad solo en la familia. El flamenco está lleno de expresiones tristes y llenas de amargura. La historia del pueblo gitano está marcada por las persecuciones, el estigma, la hostilidad, etcétera. Y, incluso la lengua del pueblo gitano ha sido perseguida en el territorio español hasta el punto que los y las gitanas españolas acabaron perdiendo su idioma, una de las señales más importantes de identidad, y se desarrolló el caló, que es un dialecto con palabras romaníes y con la estructura lingüística del castellano. Por lo tanto, la identidad gitana es una identidad de lucha y es fruto del deseo de diferenciarse y de ser reconocidos como diferentes, y, a la vez como iguales, porque el valor de la diferencia no es el valor de la desigualdad, sino el valor de la diversidad.

 

Bibliografía

Amador, J. (2016). La “Roma response” al modelo reproduccionista. La educación, nuestra escalera para la transformación social. International Journal of Sociology of Education, 5(2), 144–163.

Anders, V. (2020) Etimología de Identidad. Recuperat de: http://etimologias.dechile.net/?identidad

Berger, P. L., Luckmann, T. (2019). La construcción social de la realidad (Vol. 975). Buenos Aires: Amorrortu.

ECRI. European Commission against Racism and Intolerance, & Council of Europe. General Policy CRI (2011) 37 Recommendation No. 13 on combating anti-Gypsyism and discrimination against Roma (2011). Strasbourg.

Elías, N., Simmel, G., Schütz, A., i Cacciari, M. (2012). El extranjero. Sociología del extraño. Madrid: Sequitur.

EU-FRA. European Union Agency for Fundamental Rights. (2018). A persisting concern: anti-Gypsyism as a barrier to Roma inclusion.

Jiménez-González, N. (2017). Guía de recursos contra el Antigitanismo. Alicante.

Macías-Aranda, F. (2017). Contributions of the Roma People to overcome Poverty and Antigypsyism through Successful Educational Actions. University of Barcelona.

Nicolae, V. (2006). Towards a Definition of Anti-Gypsyism. Beek-Ubbergen. Retrieved from http://www.ergonetwork.org/media/userfiles/media/egro/Towards a Definition of Anti-Gypsyism.pdf

 

 

[1]https://unionromani.org/2021/06/29/en-memoria-de-stanislav-tomas/

[2]https://elpais.com/espana/catalunya/2021-02-28/en-este-restaurante-los-gitanos-pagais-por-adelantado.html

[3]https://www.eldiario.es/euskadi/racismo-acceso-vivienda-euskadi-25-no-quiere-convivir-personas-gitanas_1_8147724.html

[4]https://www.keeptalkinggreece.com/2021/11/26/roma-girl-olga-crashed-factory-door/

[5] Las noticias han sido traducidas por el autor de este artículo.

[6] ECRI. European Commission against Racism and Intolerance & Council of Europe, 2011.

[7] Amador, 2016; Jiménez-González, 2017; Macías-Aranda, 2017; Nicolae, 2006.

[8] EU-FRA. European Union Agency for Fundamental Rights, 2018.

[9] Extraído de: https://dlc.iec.cat/Results?DecEntradaText=Identitat&AllInfoMorf=False&OperEntrada=0&OperDef=0&OperEx=0&OperSubEntrada=0&OperAreaTematica=0&InfoMorfType=0&OperCatGram=False&AccentSen=False&CurrentPage=0&refineSearch=0&Actualitzacions=False

[10] Extraído de: https://www.diccionaris.cat/diccionari/catala/identitat/0

[11] Extraído de: http://etimologias.dechile.net/?identidad

[12] Berger y Luckmann (2019, p. 214).

[13] Elias (1987, p.224).

[14] Elias (1987, p223).

¡El cambio ya está aquí! Reflexiones de un joven gitano

by Paco Vargas

AcadèmiaGitanaDePolítica

*Inauguración de la 2a edición de la Roma Political School en el Saló de Cròniques del Ayuntamiento de Barcelona, con el Tío Juan de Dios Ramírez Heredia y participantes de FAGiC de Cataluña y Letras Nómadas de Portugal

El Pueblo Gitano está cambiando. Esta frase puede parecer indicar demasiadas cosas y, quizás, así sea. Pero creo que nos puede ayudar a iniciar la reflexión que, a continuación, voy a compartir con vosotros.

Creo que podemos hablar de cambio por cuanto las necesidades, intereses y prioridades de los gitanos han dado un giro substancial en los últimos tiempos. Aunque esta frase, también podría ser objeto de debate y futuras reflexiones que hoy no abordaremos.

Quizás, esto sea producto de un natural cambio generacional, ya que, a los jóvenes hoy no les interesan las mismas cosas que ayer. Pero creo que esto con nosotros toma una dimensión distinta, ya que nuestras prioridades, necesidades o aspiraciones han estado, por causa del antigitanismo, condenadas a la cárcel de la limitación de la supervivencia diaria, en la que todos aquellos aspectos que excedían del hoy, no eran más que utopías para cualquier persona gitana.

El antigitanismo nos arrinconaba a ser seres sin sueños, sin esperanzas o, al menos – ya que durante siglos, de una u otra, hemos resistido de diferentes maneras – así lo pretendía; poniendo todas las herramientas que, en esta relación desigual de poder, ha hecho valer contra todo lo señalable bajo el estigma gitano: arte, música, tradición, historia, lengua y cultura.

Pero hoy, personalmente, detecto frutos de cambio, de aspiraciones de jóvenes que con orgullo de ser y la fuerza propia de la edad ocupan espacios, que hasta el momento, quedaban reservados para los otros.

Voy a detallar algunos espacios que considero remarcables en esta ocupación de los espacios mayoritarios y las estrategias que, creo, mayor rendimiento nos han dado.

Comunicación. Vivimos en la era de la comunicación, todo aquello que pretenda ocupar un espacio de relevancia desde las ideas hasta lo material, ha de ser comunicado y, aquí, las redes sociales toman un papel fundamental. Y nosotros, los gitanos, en este cambio del que hablamos, hemos sido conscientes de ello.

Nos interesan las redes sociales. Nos preocupa y nos apasiona la comunicación. Y esto se puede ver reflejado desde los estados de WhatsApp -frecuentemente utilizados entre las personas gitanas, sin distinción de edad- hasta perfiles comunicativos de personas gitanas que pueden ser consideradas influencers. Cada día son más las personas gitanas que se dedican desde diferentes plataformas a ser referentes de moda, viajes, salud, historia, activismo…

También es reseñable nuestra perspectiva en igualdad de género y feminismo y, aquí, me gustaría hablar del Congreso Internacional de Antigitanismo de Género organizado por las primas de AMUGE y Romi Berriak el pasado mes de octubre en Bilbao.

En este congreso, que tuvo una duración de 3 días, decenas de mujeres gitanas pudieron debatir y reflexionar sobre feminismo romaní y extraer conclusiones de nuestra perspectiva en relación a la igualdad de género y a la lucha histórica de las mujeres gitanas en este sistema-mundo antigitano y patriarcal. Y es en este preciso ámbito donde yo vislumbro los frutos de un cambio material entre los gitanos.

Puede que esto siempre estuviese dentro de nosotros, pero ahora tenemos la fuerza, el coraje y las herramientas para decirlo ante el mundo, para hacerlo desde el conocimiento y el rigor; creando narrativas esperanzadoras y de contribución no tan solo para las gitanas, sino para toda esta sociedad.

A nivel de participación, el cambio también es substancial, hemos dado el paso de salir de nuestras asociaciones/entidades gitanas – que ha sido el espacio histórico más explícito de participación entre los gitanos – para dar el salto desde las redes sociales (herramienta para la participación activista), hasta la política más convencional. Diferentes personas gitanas señalan la importancia de ocupar espacio en la política convencional, dentro de los partidos, si realmente queremos ver cambios, aunque empecemos por lo simbólico, que es igualmente importante. De ahí emana el cambio de situación del término antigitanismo en la última década y la actual Subcomisión por un Pacto de Estado contra el antigitanismo, cómo aterrizaje material de lo conseguido mediante la acción participativa, a todos los niveles, de aspectos simbólicos, como la aceptación del término.

Quizá esto también haya sido posible con la presencia de los diputados gitanos Ismael Cortés, Beatriz Carrillo y Sara Giménez en la política nacional. Pero esto sólo refuerza lo comentado anteriormente, la presencia, nuestra presencia en espacios de decisión se antoja indispensable. Y ello es tan indispensable como que, desde nuestras entidades gitanas, se refuercen estos aspectos. De ahí nace la Academia Gitana de Política que inició FAGiC el año pasado y que tiene el objetivo de impulsar desde la base, la participación de los y las jóvenes gitanos/as.

Por cuanto, señalar un congreso organizado por mujeres gitanas o una academia gitana de política, bajo el paraguas de una organización gitana, me indica cambio material en las estructuras de organización de la sociedad civil gitana. Era impensable el fomento de este tipo de acciones hace algunos años, y no demasiados. Pero el cambio está presente en todos los niveles o, al menos, así me lo parece, sin pretender indicar en ninguno de los casos que el camino ya está hecho, sino que los trazos que estamos empezando a dibujar tendrán un mayor impacto en nuestras vidas y las vidas de nuestra gente.

Y con estas palabras me gustaría alentar a nuestra gente a salir del negativismo en que intentan sumirnos los prejuicios de aquellos que nunca han visto, ni verán un cambio en nosotros.

El Pueblo Gitano ha resistido y lo seguirá haciendo, y todos debemos seguir remando para que el nuevo año traiga consigo todo lo bueno que al 2022 no le dio tiempo a traernos, y para que deje atrás todos aquellos episodios que tanto dolor ha traído a nuestra gente. Sin olvidar a nuestros primos y primas, siempre en nuestra memoria, haciéndonos más fuertes. Este es el cambio que veo y espero.

Baxtaló Nevó Berś. ¡Opre Rroma!